ALOJAMIENTO
Es un ave que se adapta bien tanto a la jaula como a la pajarera.
La jaula debe ser algo espaciosa, para permitir un mínimo de vuelo y que se mantengan sanas.
Es preferible usar jaulas rectangulares porqué tienen todos sus lados protegidos (rincones),
lo que da mayor seguridad al ave y además reduce el riesgo de que esta se vea sometida a corrientes.
Las dimensiones deben ser iguales o superiores a 90 cm. de largo por 45cm. de ancho y 45 cm. de profundidad.
Las pajareras, o llamadas también voladeras son un tipo de jaulas muy grandes, que permiten perfectamente el vuelo de los Diamantes.
Éstas son recomendables si se dispone de bastantes ejemplares y se quieren mantener juntos,
o también para ejercitar los pájaros y evitar que lleven una vida muy sedentaria.
No es recomendable tener más de 10 individuos por metro cúbico.
El suelo puede recubrirse con papel de diario o una mezcla de arena y arena absorbente para gatos (resulta un poco caro),
que deberá ser cambiada por lo menos una vez a la semana.
Es recomendable que la jaula cuente con una bandeja deslizante en el suelo para facilitar la limpieza.
El número de bebederos y comederos tendrá que ser suficiente para que no haya peleas, y suele bastar con un par de cada.
Deberemos ponerlos un poco separados para que un mismo pájaro no pueda controlarlos todos.
El agua de los bebederos deberá ser cambiada a diario o como mucho cada dos días, vigilando que no se queden sin,
ya que beben succionando el fluido. Esto les permite beber más rápido y estar menos tiempo expuestos en los abrevaderos.
Deberemos colocar también aportes de calcio, como pueden ser huesos de jibia, piedras de calcio con vitaminas, etc.
Las jaulas deben contar con perchas situadas a media altura y repartidas a lo largo del habitáculo.
Como siempre es preferible que tengan un grosor variable para que el pájaro ejercite las patas.
También pueden colocarse perchas “rascadoras” que limaran las uñas de los dedos.
Es recomendable que durante la noche las aves cuenten con una luz de baja intensidad que les proporcione la suficiente
claridad como para que si se bajan de la percha o se asustan, vean hacia donde vuelan y no se produzcan accidentes desagradables.
Debemos tener presente que los Diamantes mandarines son aves desconfiadas y no dejaran que nos acerquemos mucho a ellos y si lo hacemos probablemente romperemos su estado de tranquilidad. Por lo tanto, las jaulas las deberemos colocar en zonas tranquilas con poco movimiento.